martes, 18 de octubre de 2011

 Bastó sólo una letra para cerrar un corazón.
Bastó una sóla letra para cerrar este blog.

Bastó una sóla M para cerrar una puerta.


Hasta nunca, nunca más.




3 de diciembre - Babasónicos en el Luna Park.

lunes, 17 de octubre de 2011

 Conocés ese objeto, esa obsesión que todos tenemos, que mientras más consumimos, peor nos sentimos? Hablo de cualquier cosa, cualquier categoría... un cigarro, un porro, las hamburguesas de Mc' Donals, el sexo, la buena bebida (o la mala), una linea de coca, la sal, el azucar... la plata. Todo, absolutamente todo lo que nos genera felicidad de una manera picarona, en exceso desgarra tejido. Nada nos libera de nuestro nombre, nuestras relaciones, nuestra carrera, nuestro trabajo ni de nuestros pasados.
 Lo material es efímero, mediocre y opaco. Lo que no podemos sentir, ni tocar, ni cotizar, es el motor que nos impulsa. Tracción a sangre. A la vez, en este tiempo siento que una simple flor puede darme primavera, y un mismo vaso mil lagunas. Que asco el silencio entre conocidos, que pena que pasa el que niega su amor al querer más a su soledad.

 Qué tono misterioso tomamos todos al hablar del amor, no? De ese pendejo mal criado que no quiso aprender a controlarse, y hoy anda por ahí dejándose llevar. Metiendo y sacando muy despacio el dedo del orto de los simples transeuntes de este planeta. O sea, vos vas tranquilo haciendo como podés tu vida, y de pronto, Pum!, tenés un dedo metido bien en el orto. (Si, así de gráfico)
     
Cagaste, estás enamorado.

 Yo vengo tranquilo con las cosas... dejé el juego, ya no apuesto... me conformo con lo mediocre que está todo en mi vida. Ni BIEN, ni MAL. Cero.
 Te acordás del momento en que tu viejo te decía "Cuidá bien a tus amigos, que son los que siguen los pasos de uno...", y por supuesto no valorabas como él ésas palabras?. Les digo "palabras con Delay"... porque pasa un buen tiempo hasta que surten efecto. Amigos como estatuas en su aposento, reposando en sus laureles eternos.

sábado, 15 de octubre de 2011

viernes, 7 de octubre de 2011

Mount Blanc

 Qué envida poder ver ese balcón troquelado que enseña esa vista tan maravillosa que muestra todos tus miedos  y la película de todos tus tropezones, envueltos en un manto blanco de niebla y adiós.
 Pensar que antes apostabas sin siquiera pensar en tu bolsillo, excepto en ese que se apoya sobre la parte izquierda de tu pecho... acolchonando ilusiones. Se fué, y te dejó sólo lo que quiso darte y nunca supo cómo, ni cuando.
Perdiste la razón, el cariño, y la apuesta.

Ahora apostás a canciones tristes, tarde de café y cigarrillos, y a no perder nunca más ese trozo de vida que te arrancaron a mansalva, desangrándote el amor y derritiéndote la tranquilidad.

 Si escribo sobre mi, puedo decirte solamente que me enamoré de una rosa con espinas hasta en los pétalos. Pétalos teñidos de sangre y lágrimas de rimel. Lágrimas correspondidas, desalmadas, de pena y furia, brindando entre ellas con copas de cristal por la auto destrucción y el desengaño. Ojos negros sin brillo, ni calor, ni nada.
 Una espalda herida en varios lugares, desde las marcas que le dejaron sus alas al caerse, hasta las cicatrices de los azotes dados por su propia conciencia. Crueles y azucaradas memorias de un amor de estación. Pasajero. 
 Y un corazón tan lastimado que necesita más que cariño y devoción para seguir latiendo. Necesita motivos.